A lo largo de los últimos años he leído multitud de novelas históricas, algunas mejores, otras peores. Me he topado con auténticas joyas (la triología sobre Escipión el Africano de Santiago Posteguillo o la serie sobre el conquistador mongol Gengis Khan de Conn Iggulden) y, por qué no decirlo, auténticas mierdas que no llego a entender como se pudieron llegar a publicar.
Pues bien, dentro del primer grupo colocaría a esta serie de novelas (siete en total) ambientadas en los últimos años de la República Romana. Hablo naturalmente de la conocida serie romana de Collen Mccullough.
La serie, como mencioné anteriormente, consta de un total de siete libros que narran hechos históricas que abarcan desde la guerra contra Yugurta hasta la subida al poder absoluto de Octavio Augusto, primer emperador romano. Todo esto pasando previamente por hechos como la guerra contra los germanos, la guerra itálica, las revueltas de los esclavos, el auge de los demagogos en el foro, el cenit de Cayo Mario, la dictadura de Lucio Cornelio Sila, etc.
Las novelas, por orden cronológico, son las siguientes:
- El primer hombre de Roma.
- La corona de hierba.
- Favoritos de la fortuna.
- Las mujeres de César.
- César.
- El caballo de César.
- Octavio y Cleopatra.
Como se puede deducir, se trata de una obra enorme, de una gran complejidad. Hay que reconocer el trabajo de la autora (recientemente fallecida por cierto) a la hora de recopilar información sobre el mundo romano, ya que el nivel de detalle y exactitud es realmente impresionante: desde los hechos históricos, los rituales, tradiciones hasta los personajes. Las novelas te introducen totalmente en la época de una manera que nunca había experimentado, ni siquiera en la triología de Posteguillo sobre Escipión, y eso es mucho decir,
Uno de los puntos fuertes de las novelas son, sin duda, sus personajes, rebosantes de carisma algunos de ellos (Lucio Cornelio Sila es uno de los protagonistas más inquietantes y enigmáticos con los que me he encontrado jamás en una obra escrita).
Todas las novelas son corales, con una gran cantidad de protagonistas, y cuando digo una gran cantidad es eso, una enorme cantidad (recomiendo ir anotando en un papel los nombres y relaciones familiares), hasta el punto de llegar a perderte entre tantos Cornelios, Sulpicios, Augures, Escauros, etc.
A esto hay que sumarle la magnífica reconstrucción y exposición que la autora hace tanto de las guerras y revueltas de la época (sobre todo en el quinto libro de la serie "Cesar", ambientado en la guerra de las Galias) como de los debates y sesiones del Senado y el foro romano, con discursos y discusiones absolutamente brillantes.
Con lo cual, ¿estamos ante unas novelas redondas?. Pues casi, y me explico: A nivel de documentación, inmersión y tratamiento de personajes para dotarlos de profundidad creo que son las mejores novelas históricas que he leído. Sin duda. El problema radica en algunos aspectos como por ejemplo el ritmo de la narración, que se hace realmente lento en algunos pasajes (sobre todo a partir de la tercera novela) o, sobre todo, con la exageración de las virtudes del personaje de César por parte de la autora, el cual, no tiene ni un solo defecto. Literalmente, ni uno, lo cual hace menos creíble un personaje que por otra parte está genialmente construido.
Muy bien.
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